"Un parte del reto de trabajar en el mundo moderno es que nuestros cuerpos y cerebros no están afinados para la supervivencia física y social, no para nuestras jornadas laborales de 16 horas. (...) No seas duro contigo mismo--no estás hecho para el tipo de trabajo del que eres responsable el día de hoy." Josh Kaufmann, "The Personal MBA"
Aunque trabajar desde casa ha tenido muchos beneficios para mi equilibrio de vida, hay dos cosas muy importantes en las que ha tenido un impacto negativo. Por un lado la socialización con mis colegas y mis clientes. Ahora las llamadas son casi únicamente de trabajo, una tras otra. Antes disfrutaba los momentos de trayecto en el coche tanto en la ciudad como en carretera. Eran momentos para conocer más a las personas @Alejandro Castillo y crear lazos más estrechos.
El otro impacto, que nunca imaginé, fue en la cantidad de ejercicio. Antes de la pandemia por lo menos andaba una hora y media en bicicleta todos los días para ir y volver al trabajo. No sólo era disfrutar de ese tiempo al aire libre, si no también, debo decirlo el rush de adrenalina y de sentirme libre, no importando la lluvia o el sol.
Ahora he necesitado poner más atención y esfuerzo a ambas cosas. Y nada me gusta más que los deportes donde puedo socializar.
Mi nueva rutina
La cita que no me puedo perder en la semana es ir a escalar todos los jueves a las 6:30 con mis amigos. Escalar se ha vuelto más que un gusto o un ejercicio, es un entrenamiento de atención, respiración y confianza en el otro. Las amistades @Jaime Porta @Marco Rigamonti que he forjado tanto en escalando con haciendo montañismo tienen un carácter especial, en esas personas confío mi vida y tengo la responsabilidad de la suya.
Durante los fines de semana no perdono una salida en bicicleta o a caminar al bosque. Personas con las que parecería no tengo nada en común se vuelven cómplices de la aventura. Y, algo que me ha sorprendido, es la calidad de las memorias que tengo con esas personas y cómo puedo extrañarlas cuando salgo solo.
Mis próximas metas
A pesar de sentirme sano físicamente, existe todavía un reto que no he cumplido. Hace algunos años, un gran amigo @Ernesto Stransky me dio consejos para hacer ejercicios de fuerza y calistenia en mi casa. No me gustan, me cuesta mucho trabajo, pero después de un par de semanas de hacerlo me sentía mucho más tranquilo y enfocado. Esa rutina me haría mucho bien, por las mañanas para despertar enfocado y con energía.
¿Qué impacto tiene todo esto en mi desempeño y en mi salud mental?
3 ejercicios para tu cerebro
La bicicleta me da una sensación de libertad y de adrenalina que me ayuda a calmarme, tanto física como mentalmente. Me da ese tiempo al aire libre que me sirve tanto para pensar, reflexionar, planear y organizar mi mente al inicio al y al final de día. Me ayuda a sentirme más equilibrado emocionalmente, más contento y positivo.
La escalada me sirve fortalecer mi capacidad de accountability con los demás. Para comprender la interdependencia entre los demás y yo. Esto me entrena a escuchar más, a ser más claro con mis conversaciones y a respirar antes de hablar. Otra gran habilidad que fortalezco con este ejercicio es la templanza y la resiliencia. Cuando me siento agitado, nervioso o temeroso, recuerdo respirar, tomar espacio y continuar después.
Por último, mi próximo reto, hacer ejercicio de pesas o calistenia, me entrenará en dos cosas. Por supuesto, físicamente me sentiré mejor tanto para escalar como para andar en bici. Como también para tener una mejor postura. Pero creo que la disciplina y el enfoque que requiero para desempeñarme en mi más alto desempeño, sera el resultado más valioso.
Aprendizajes
Ejercitarme es una fuente de equilibrio en casi todas las áreas de mi vida. Físicamente, socialmente, emocionalmente y en habilidades complejas que me dan un alto desempeño en mi vida y en mi trabajo. Además me ayudan a recordar la importancia del descanso, la nutrición adecuada y la hidratación.
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